jueves, 6 de junio de 2013

LA RENUNCIA OBLIGATORIA


LA RENUNCIA OBLIGATORIA

Nos encontramos una vez más, asombrados, ante la consumación fáctica de un atentado oficial contra la dignidad, que la presidencia de la República, en contubernio con la corte constitucional autoprorrogada y por tanto: deslegitimada, viene imponiendo, tocante al esperpento anticonstitucional, antijurídico y antigramatical de la “renuncia obligatoria”. Un poco más comprensible hubiese sido que la llamen: destitución (y difamación) con indemnización o, propuesta (jamás propuesta) de retiro voluntario, con indemnización o, jubilación anticipada. Si hubiese sido para reducir la inflada burocracia (que  daría un toque de legitimidad al despropósito), sin sustituir con los agentes infiltrados de su alianza coyuntural, sería también más pasable.
         Si a caso existían funcionarios que aparte del sueldo burocrático -nada despreciable-, estaban malacostumbrados a recibir “alguna cosita” por debajo de la mesa, ¿por qué no se les siguió (solamente a ellos) un sumario administrativo?
         Con la destitución disfrazada de renuncia, ¿se está saneando, depurando y purificando la Administración Pública Nacional?
         No podemos dejar de reconocer el esfuerzo social realizado por el gobierno, pero el precio político y jurídico es demasiado alto, porque los mismos promotores de la Asamblea Constituyente y Nueva Constitución, la interpretan y malinterpretan en forma sectaria, según la conveniencia temporal de su movimiento almuerzo país… Oh, perdónnn el lapsus linguae…: “Alianza País”. Se vulneran cantidad de derechos, que ellos mismos los promocionaron teóricamente en la “pre- fabricada” Constitución, pero nos conformamos con poner de realce los siguientes: Art. 11, numeral 9, párrafo cuarto (debido proceso); 61, numeral 4 (derecho a ser consultados); 95 (derecho de participación); y, el Art. 1472 del Código Civil, que hace referencia a la “fuerza”, como uno de los vicios del consentimiento.
         Vale resaltar así mismo -de paso- que el Poder Constituyente, producto de las revueltas e inquietudes acumuladas desde hace mucho, no fue ni es el “supremo poder” de la República, por más que los textos y catedráticos digan lo contrario, ya que en todo momento ese supuesto poder supremo, fue fríamente calculado y manipulado, con habilidad maquiavélica consumada, por los contados personajes que han ejercido el poder y llevado la batuta electoralista en el Ecuador, más en función de su durabilidad particular antes que en función de la Nación. Motivo por el cual, el Pueblo “protagonista” no ha estado sino cantando y bailando al son del cha cha cha, como un humilde títere de ese omnímodo poder elitista, que se ha aprovechado intelectivamente de las ilusiones, ficción y emoción cívica del Pueblo Ecuatoriano. Tenemos en el aspecto formal una de las mejores constituciones del mundo, pero en la práctica la montaña de Montecristi, preñada de expectación tocante a los derechos de participación (dosificados con “cuenta gotas”), a duras penas… “parió un ratón”.
         Ofrecieron bajar paulatinamente el monto de la deuda externa -y estuvo al alcance de su mano-, pero en lugar de eso se dedicaron a inflar hasta límites insoportables la ya obesa burocracia, creando ministerios, órganos y organismos parásitos absorbentes, que consumen el presupuesto nacional al estilo de una guerra civil.
         No existe una eficiente reactivación del aparato productivo. El desempleo y subempleo es una pandemia aparentemente irremediable. Existe complicidad oficial con los monopolios de productos de primera necesidad, por más que la Ley Antimonopolio diga lo contrario. Continúa el éxodo migratorio y una actitud esperanzada y mendicante en las remesas e inversiones de los migrantes. La política agraria no es más que un pálido reflejo de la incapacidad gubernamental para “revolucionar” la agricultura.
         ¿Y en cuanto a la banca? Muy bien, gracias. Ya que durante el gobierno de la imaginaria “revolución ciudadana”, los señores banqueros (con excepción del feriado bancario) han estado y están en la mejor época financiera de la historia. O si no, preguntémosle a Guillermo Lasso. Supuesto contrincante “del que sabemos”, que no es más que la otra cara de la misma falsa moneda.
         El incremento de los bonos “bonitos” de la pobreza, es una pobre y paupérrima política asistencialista y subdesarrollada, que constituye sólo “las migajas que caen de la mesa del rico” y el “pescado ya procesado” para la supervivencia de un amplio sector aquejado de una difícil condición”; antes que una “caña de pescar”, con dignidad; orientado a comprar la voluntad y la conciencia de dicho segmento poblacional, que determina el manipulado “grado de popularidad” e inclinó la balanza electoralista, en un dudoso miligramo, en la última Consulta Popular, donde hicieron demorar la proclamación de los resultados, de una forma muy llamativa y sospechosa; y así mismo, por el miedo de perder el bono, sigue determinando los resultados. Las preguntas 4 y 5, que el pueblo llano no asimiló, sirvieron para someter aún más lo que ya estaba “domesticado”; esto es, el asalto institucionalizado al poder judicial, con la complicidad y encubrimiento de la famosa corte constitucional (de la vieja guardia), autoprorrogada, inconstitucional y condescendiente; que, para reciprocar el inmoral contubernio de su absurda permanencia contra natura en la administración, “bendijo y facilitó” la crasa manipulación antidemocrática de todas las funciones del Estado.

         Además, durante la última campaña electoral, hubo una “fiebre de solicitudes” para el bono, cuya iniciativa no provenía de los solicitantes sino de los oferentes, a través de sus miles de agentes. Vale recordar que un importante porcentaje de beneficiarios, poseen medios de subsistencia autosubsistentes, pero ahí están, “cargados de gratitud” a favor del gobierno derechizado.
         Pero no es tanto así que se ha derechizado (a la semejanza de Lucio Gutiérrez), sino que sólo estaba colocado una careta de angelito, debido al grueso barniz de corte social y asistencial; que ahora con la nueva “aplanadora” está dispuesto a quitarse desvergonzadamente esa máscara, porque nada ni -aparentemente- nadie se opone ni puede oponerse a la “puñalada por la espalda” y política de “hechos consumados” en cuanto a la pretendida y largamente anunciada extracción indiscriminada de todos los recursos naturales de la República.
         Si únicamente se prestaran para el vergonzoso saqueo y expoliación, sin contaminar ni envenenar el precioso líquido vital, capaz que nadie protestara; pero no, no y no: nos mienten que no habrá contaminación, como si no supieran y no supiéramos que TODA MINA CONTAMINA. Y encima de eso, “disqué” van a recibir unas inciertas “regalías”, con lo cual nos están diciendo que van a dejar que se largue “el toro con la beta”.
         Nos quieren convencer que “del mismo cuero salen las correas”, que debemos seguir “apretándonos el cinturón” indefinidamente, mientras que para ellos no existe un cinturón (ni una cincha) del calibre suficiente para envolver y sujetar sus obesas pipas.     
         Por lo tanto, debemos decir las cosas tales como son: es imposible a estas horas y alturas hablar de una verdadera democracia en el Ecuador. Hemos retornado a una partidocracia reciclada y derechizada, “made in” León Febres Cordero”, Jamil Mahuad o Lucio Gutiérrez. Asistimos al último y más disfrazado populismo -con siete polleras- de la historia. Definitivamente, no disfrutamos de un “estado constitucional de derechos y justicia”, sino un estado sesgado de “Mera legalidad”. Por más señas, preguntémosle a Alexis Mera, si acaso no continúa esgrimiendo la misma “pluma y sello” de Febres Cordero, en su patriotero desasesoramiento presidencial. 
         ¿De qué clase de democracia podemos hablar si a la flamante Constitución la modificaron antidemocráticamente, aún antes de nacer?
          León Roldós y compañía denunciaron oportunamente los toques y retoques, de fondo y forma, que continuaron dando aún después de la última sesión de la Asamblea. Parece que los señores asambleístas, que de leyes “no sabían mucho”, había -también- que “darles pensando, sintiendo y queriendo”, al igual que al resto de gente.
         Se dieron lujo y lija en alterar el contenido, que los mayoritarios “levantamanos” lo aprobaron sin saber por qué.
         Y luego de promulgada en el Registro Oficial, la han continuado manipulando, interpretando caprichosamente y “haciendo decir” lo que nunca se imaginaron los señores asambleístas ni legisladores, muchos de ellos -como el “corcho” Cordero- obsecuentes reincidentes. (Que de todas formas no surgieron de un proceso democrático popular, sino de un desaforado y condicionado tráfico de influencias). Son tantas las incoherencias, incongruencias e inconsistencias, que a pesar de ser una constitución “made in Ecuador”; en lugar de garantizar los DF y su contenido, se han endulzado en los toques y retoques como la masa de una melcocha.
         No hay tal cosa como un “estado social ni mucho menos constitucional” de derechos y justicia; y ni siquiera de mera legalidad (respecto a leyes y códigos preestablecidos); sino que, cuando la palabra del “caudillo” no es suficiente, cualquier reglamento de última hora sirve de respaldo “legal-ista” para imponer su capricho.
         Asistimos (y enfrentamos) un despotismo maquiavélico tipo Edad Media puertas adentro; pero, una política de canino sometimiento al poder económico universal.   
         La Constitución del 2008, un “canto a la vida y a la libertad”, fue cocinada en “olla de vapor”, luego de la “renuncia dudosamente voluntaria” de Alberto Acosta; quien quiso socializar, consensuar y democratizar la Ley Minera; pero, aquellos que ya tenían la proclive intención de imponer una operatividad extractivista multinacional, a rajatabla, lo presionaron para que abandone la Asamblea. Lo malo que salió y se alejó sin dar una explicación satisfactoria.  Y ahora…
         “La minería va porque va”.
         Gobierno minero, el agua primero.
         Desde la “renuncia obligatoria” de Alberto Acosta,  todo ha girado alrededor del “sol”, en una suerte de sumisión satelital e incondicional, por parte de los que medran asegurando su conveniencia particular, en desmedro de la verdadera democracia.
         Si fúeramos malhablados dijéramos que estamos ante una esbirrocracia correísta, pero en vista de que “las paredes tienen oídos”, nos limitamos discretamente a decir: “asistencialismo-cracia”.       
         Aún no estrenamos “con todas las de ley” la Nueva Constitución y estamos ansiosos por llegar a forjar una manera verdaderamente democrática de participación.
         Estamos muy impacientes que se acabe pronto este doloroso “periodo de transición” y nos “pican las yemas de los dedos” por esgrimir la “lanza en ristre de Don Quijote”, tocante al libre ejercicio (constitucional, por supuesto) del “derecho de resistencia” contra el absolutismo de nuestro “príncipe” maquiavélico reencarnado… “No hay mal que dure cien años ni Pueblo que lo resista” y, debemos reorganizarnos -poquito a poco y dando ya el primer paso- a través de un Movimiento Social y Jurídico Nacional; para que cualquier clase de cambio, derogatoria, reconstrucción, perfeccionamiento, proposición crítica o creatividad popular y constitucional, provenga directamente del mismo pueblo, mediante las “Asambleas Democráticas y Participativas, Permanentes”, en espiral y a todo nivel, como una aplicación teórico-práctica del Poder Verdaderamente Constituyente,  Constituido y Constitucionalizado, siempre vigente, con una Constitución de textura abierta; tomando al Pueblo como verdadero protagonista, más no tan sólo como instrumento no deliberante y “aprobador electoralista” de errores ajenos.
         Ahora bien y luego de esta quizá demasiado larga digresión, que es el marco contextual del asunto que nos ocupa, vamos a retornar al tema central; esto es, a la “humorística” -por decir algo-  renuncia obligatoria. Concédanme, amables lectores de esta “crónica roja anti-jurídica y global”, que transcriba los múltiples sinónimos de renunciar: dimitir, abdicar, desistir, dejar, ceder, condescender, transigir, transar, bajar la guardia, rendirse, someterse, capitular, abandonar, cesar, suspender, desertar, retirarse. Antónimo: perseverar, persistir, aferrarse y mantenerse incólume en los principios.
         Decimos crónica roja global, porque la conquista y consolidación de los derechos fundamentales, no es un hallazgo casual ni un regalo de navidad del poder central, sino el producto del derramamiento de sangre de innumerables ciudadanos cosmopolitas, a través de los siglos. En Francia, Inglaterra, Norteamérica, en todos los países del mundo; por lo tanto, también en el Ecuador. Ej.: 15 de noviembre de 1922. Y no sólo en los siglos pasados… sino en las múltiples revueltas populares de los antiguos y más recientes años de “dedocracia” (estilo Pepe María Velasco), disfrazada de democracia.
         Hemos visto que renunciar es: dejación o desistimiento de algo, que puede ser un empleo, obligación o privilegio.
         La característica consustancial de toda renuncia es su condición enteramente voluntaria y espontánea, en el marco de la inalienable autonomía de la voluntad, fuero íntimo, libre albedrío, autodeterminación no determinista y, libertad. El pedido de renuncia, cuando carece de motivación, aunque no se haga en forma amenazante, sino de la manera más “amable” y encarecida, significa simplemente extorsión o chantaje emocional, arrebatando o atropellando violentamente o bajo presión psicológica una posesión (material o intelectual) y el derecho a disponer de ella por la propia cuenta y riesgo.
         Equivale a “dar pensando, sintiendo y queriendo” respecto a un bien material o inmaterial, con la misma clase de imperatividad que se ejercita en la vida militar, monacal o dictatorial.
 La renuncia es un acto enteramente voluntario o no es renuncia.
         La “renuncia protocolaria” y rutinaria de los ministros, a fin de año, o el acto tradicional y voluntario de poner el cargo en estado de “disponibilidad”, para su correspondiente evaluación, que produce ratificación o rectificación, tiene un “toque o matiz de renuncia obligatoria, disfrazada de voluntarismo”. Se renuncia con la esperanza puesta en la ratificación, lo cual ocurre por lo general. A no ser que un ministro o funcionario público, ya sea por disponer de un “rabo de paja” o por esgrimir un carácter “cuestionador”, digno y resistente a la sumisión, considere que su misión no es la sumisión ni el aferrarse a una función, sino “aflojar” la troncha y prebendas de esa función, aunque sea con un exabrupto mal disimulado: “ahí queda su tonterada”.
         La renuncia obligatoria, “made in Ecuador”, contradice además al Art. 18, literal 2 del Código Civil, donde expresa que “las palabras de la ley se entenderán en su sentido natural y obvio”; pero es natural y obvio que quien impuso esta tesis a los que si entienden de ley, no tuvo tiempo para leer ni mucho menos interpretar lo que de por sí no requiere ninguna clase de interpretación.   
         Hablar de renuncia obligatoria es comparable a hablar de un atentado criminal: con toda la premeditación, saña, alevosía y… en forma involuntaria. Una imposible contradicción. Parecida a la perla o gazapo de: “obligación espontánea”. Puede haber espontaneidad en el fiel cumplimiento de las obligaciones ciudadanas, así como la más enconada resistencia, pero hacer algo al mismo tiempo con mala voluntad y “gusto por hacer las cosas”, es un despropósito tan contradictorio e irracional como el cuento chino (…se nos pegaron los chinos…) de la renuncia obligatoria. Porque, así como “la minería va porque va”, la renuncia obligatoria también fue porque fue. Y antes que se me olvide, “el perdón sin olvido también… fue porque fue”.
         Pero se les olvidó procesar a los banqueros, porque son “harina del mismo costal”. 
         La mezcolanza irracional de conceptos diametralmente contradictorios e irreconciliables es algo así como si DIOS se hubiese degenerado o el diablo santificado. Como si el norte, sur este y oeste se hubiesen unificado en un solo punto. Como “tostar granizo”. Como si un mudo diera una conferencia, con una elocuencia irresistible… 
         Y lo peor es que al “príncipe” no le preocupan estas minucias gramaticales, conceptuales ni jurídicas, porque: “el fin justifica los medios”.
         Dizque dice que algo dice, contradice y no dice nada.
         ¿Estamos limitándonos exclusivamente a defender los puestos de trabajo de los conciudadanos que han sido obligados a renunciar “voluntariamente”?
         ¿Estamos defendiendo el honor de los que han sido “arrinconados” súbita e intempestivamente, con el agravante y agraviante de haber sido brutalmente calificados, marcados, señalados y sellados ante la opinión pública, con la impronta de “corruptos e incapaces”?
         ¿Nos preocupa que los humildes conciudadanos a quienes se compra la renuncia nunca presentada voluntariamente, porque fueron obligados a renunciar, sufran en adelante las consecuencias de un estigma de subestimación y devaluación moral, cuyo precio es imposible de cuantificar económicamente, porque el honor no tiene precio?
        ¿O el honor de la gente humilde se ha invisibilizado en la misma proporción de la egolatría oficial autosuficiente?
         El costo de la oportunidad de trabajar por el bien de la Patria hasta una pacífica y merecida jubilación, es mucho más grande que el precio antojadizo de la indemnización por concepto de “renuncia obligatoria”.
         ¿Estamos negando que en los mandos medios de la Administración Pública en verdad pueden haber algunos malos elementos que, no conformes con sus sueldos razonables, se han dedicado a “traficar” con la transferencia de recursos asignados por el gobierno para obra pública? Además, ¿no les gusta o no el “aceite tres en uno” para hacer funcionar la maquinaria?
         ¿Estamos negando ciegamente que el ejecutivo tenga alguna razón o pretexto para  depurar “hasta cierto punto” la hinchada burocracia de la Administración?
         Pero, ¿estarán eliminando siquiera una parte de los funcionarios acostumbrados a recibir el mentado “aceite” para el funcionamiento de su oxidada maquinaria, cuyo sueldo no es suficiente incentivo para hacer lo que tienen la obligación de hacer?
         La respuesta la dejamos a vuestra propia capacidad crítica de análisis, reflexión y evaluación. No vamos a “dar pensando, sintiendo o queriendo” a ningún lector pero, desde el punto de vista puramente jurídico -que es lo que a nosotros nos corresponde-, lo que por lo menos nos interesa -en forma serena y desapasionada- es: la aparentemente impune violación oficial de la norma y premeditada trastocación antojadiza del debido proceso.
         Si existen razones de Estado, razones de peso, para eliminar a los malos elementos de la Administración, ¿por qué mandarlos premiando por su mal comportamiento, con jugosas indemnizaciones, que (aunque a ciertos funcionarios les parezca insuficiente), a otros elementos -culposos- posiblemente les habrá caído de película?
         ¿No hubiese sido lo más sensato -como ya dijimos- proceder a un sumario administrativo, donde se pruebe hasta la saciedad la mala inclinación de aquellos que tienen vocación e instinto de “sanguijuelas”, realmente dignos no sólo de ser calificados como corruptos e incapaces, sino destituidos por traicioneros, a los más elevados ideales de patriotismo y servicio social?
         Teniendo como tiene el “señor presidente” el poder o función judicial en sus manos (no digo “garras ni agallas”, porque no queremos faltar el respeto a su alta investidura…), ¿por qué tuvo tan precipitada prisa por expulsar (y mandar premiando sin distinción) a algunos miles de funcionarios, cuya supuesta “corrupción e incompetencia” no se la comprobaría jamás?
         Estimamos que una minoría de los “afectados”, sí estaban infectados  y deben estar contentos; pero la mayoría de “renunciados no renunciantes”, han sido ultrajados en su dignidad, ideales y expectativas, al haber sido calificados de incapaces y corruptos.
         ¿No es “más bien” ésa una conducta de prepotencia dictatorial, que la historia la juzgará inexorablemente?
         ¿Se puede cuantificar en cincuenta mil dólares el precio del honor y dignidad de aquellos conciudadanos que en verdad tienen una hoja de vida y servicios impecable, y que sin embargo han sido violentamente “descartados” de la Administración, sin ninguna justificación lógica, quizá únicamente por el “pecado” de meterse a hacer sugerencias, porque tienen la capacidad de pensar por sí mismos? Además,
         ¿Por qué el “honor mancillado” del presidente valía mil seiscientas veces más que el honor mancillado -por parte del mismo presidente-, contra aquellos funcionarios calificados (sin pruebas o prescindiendo de las pruebas) como “corruptos e incapaces”?
         Ochenta millones de indemnización exigidos inicialmente por “daños y perjuicios”, en el juicio al diario “El Universo”, dividido para cincuenta mil, ¿es o no es mil seiscientos?
         El honor (que vale más que la vida) no tiene precio.
          Aunque hayan “perdonado” a al fin a Emilio Palacio por atreverse a llamarlo “dictador”, queda cuantificada en forma “fríamente matemática” su megalomanía monumental, creyéndose casi dos mil veces superior y más valioso que el común de los mortales.
         Según las divinas escrituras, perdonar es sinónimo de olvidar, pero nuestro célebre personaje, tiene una memoria tan prodigiosa, que para él es simplemente imposible olvidar. Perdón sin olvido. “Prohibido olvidar”, es una de sus consignas predilectas…  
         ¿Por qué tanta generosidad con lo ajeno, esto es con los fondos públicos, para “arrancar de raíz a los quicuyos”, pudiendo utilizar más bien el “ranger” del debido proceso y evitar a todas luces una innecesaria erogación?
         Tiene fobia contra los “corruptos e incapaces”, pero al mismo tiempo les tiene misericordia, con fondos públicos que nadie le ha autorizado a dilapidar. Disqué posee un doctorado en economía, pero tanta es su manía de imposición, que no economiza ni un centavo de los fondos del erario nacional, para mandar expulsando (y muchas veces premiando) a un sinnúmero -no delimitado- de “corruptos e incapaces”.
         Subestima, desestima y desprecia violentamente la Constitución,  ley, conciencia,  libre albedrío y debido proceso.
         Seso sin proceso, provoca un jurídico absceso.
         ¿No será sólo un pretexto para insertar -adicionalmente- a algunos miles de “camaradas” de alianza país, para que vayan a desempeñar en el seno de los principales órganos del poder, el papelón de “ojos y oídos” de la élite dirigencial?
         De manera que, ¿dónde mismo queda la supuesta eficacia de la norma y el debido proceso?
         ¿No estamos retrocediendo a la época de la Carta Magna de 1215?
         A la justicia la arranca la “venda de los ojos” y luego la amenaza con destitución para que se incline y “haga la venia” a su capricho mesiánico y autosuficiente.
         El derecho es una lanza de oro, con un vértice invalorable de diamante, que persigue la corona de justicia.         “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”. -Mateo 5: 6.
         Hago un llamado inflamado a organizar y organizarnos a través del “Movimiento Social y Jurídico Nacional”, para sacudir la pera madura de la encumbrada esfera, que nos ha robado la fe y la esperanza. Distinguido lector, ¿qué espera?
         La mentada prepotencia se basa en un sofisma y silogismo, maliciosamente tergiversados, con despectiva y premeditada falsedad.
a)      Proposición o premisa mayor:
         El Art. 47, literal k de la LOSEP se refiere a la “compra de renuncias con indemnización”. El Art. 108 de la misma LOSEP habla de la “cesación de funciones por acogerse a los planes de retiro voluntario, con indemnización”…
b)        Proposición o premisa menor:
         El gobierno nacional dispone -por sí y ante sí- la compra de “renuncias obligatorias, con indemnización”, a ciudadanos calificados como “corruptos e incapaces”. Sin comprobar dicha afirmación y sin consultarlos en ningún instante si están o no de acuerdo en vender o consentir voluntariamente en dicho proceso.
c)        En consecuencia:
         Y basándose imaginariamente en los artículos que anteceden, (donde jamás se hace referencia a ninguna clase de renuncias obligatorias), el gobierno nacional resuelve -para principiar-, poner en ejecución el plan de renuncias obligatorias, con indemnización, a un número de cuatro mil setecientas personas.
         Los dueños del monopolio de la verdad, “hacen decir” a ciertos artículos de una ley de menor jerarquía que la Constitución, lo que nada dicen; solamente “dice que dicen”, lo que nunca se propusieron que digan los legisladores, pero sí los ejecutivos de un acto administrativo, que es inaplicable jurídicamente como el “divortium aquarum”; acto que se transforma en un “hecho”, debido al grado de sumisión infrahumana de los mandos medios, ya que no dicen ni “pío” sobre la desenfrenada temeridad e ignorancia jurídica premeditada de aquel (o aquellos) que, sabiendo con certeza cuál es la verdad absoluta de la inexistencia jurídica y semántica de la renuncia obligatoria, se quedan callados como militantes de la potencialmente trágica “minerocracia”: donde son violentamente “excomulgadas” las personas que utilizan la “materia gris”, para pensar, hablar y obrar por sí mismas; pero premiadas con el pan del día, es decir con un “plato de lentejas” las huestes burocráticas y administrativas que han “anochecido a la mitad del día”…   
         Cuando existe temor -o reverencia- a DIOS, no podemos tener miedo al diablo… ni a sus sacrificados agentes, revestidos como “ángeles de luz” y desesperados por contaminar las invalorables fuentes de agua de la República.
         Por lo tanto, EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA NUEVA CONSTITUCIÓN, VIOLENTAMENTE ULTRAJADA, DE LA REPÚBLICA, dictaminamos que: los autores, cómplices y encubridores (corte “constitucional” anticonstitucionalmente autoprorrogada) de esta imperdonable e histórica ofensa a la dignidad, no sólo de los “renunciados”, sino de todo el ordenamiento jurídico ecuatoriano y Pueblo en general, deben comparecer ante un Tribunal Imparcial y Nacional, conformado por los Jueces, Juristas y Representantes Populares, para que expliquen -punto por punto- el por qué del invento antijurídico monumental (…será porque aquello’j descienden del mono…)… “Viéndonos la cara de inocentes” y suponiendo que en el País no existe gente capaz e insobornable, gobiernan este país de Ripley, gracias a los activos y pasivos militantes de la extractivismocracia.        
         Gracias amables lectores por el tiempo y paciencia derrochados en este “pequeño” artículo, con la pretensión de ENSAYO, sobre la antitética “renuncia obligatoria”, que nos impulsa hacia la rebelión intelectual, por ahora; como preludio de una incontenible rebelión volitiva, organizada y revolucionaria, fundamentados en el Art. 98: Derecho a la Resistencia, que rescatará triunfalmente el verdadero significado -de estricta legalidad jurídica, explicativa y aplicativa-… de la Constitución y verdadera revolución participativa, en un no muy lejano futuro promisorio.
         No satanizamos las cosas buenas de éste gobierno, pero no queremos que se conviertan en una “cortina de humo” para aplicar el amenazante y brutal extractivismo, contra los derechos de la Naturaleza y contra la presente y futuras generaciones.
         El 57% de ecuatorianos bonificados no es un “cheque en blanco” para entregar “en bandeja de oro” nuestros recursos naturales, que el Pueblo deliberante sabrá si lo extrae o no lo extrae, porque el precio de extracción es demasiado alto, ya que puede provocar una epidemia de enfermos de cáncer, por la irremediable contaminación y trágica desaparición de las fuentes de agua.
         Somo’j  lo’j  ecologijta’j infantile’j… pero no una manada de giles, dispuestos a entregar en “bandeja de plata” el “saco de oro” a cualquier extrang-tivista “choro”…
         -Gracias.


BENIGNO MARÍN
Estudiante del 4to ciclo de Derecho

LA APOLITICIDAD Y SUS INFANTILES SEGUIDORES


LA APOLITICIDAD Y SUS INFANTILES SEGUIDORES

A lo largo de mi carrera política me he encontrado con varias personas, unas más interesantes que otras, pero lo que más me llamo la atención fue el hecho de que cierta gente no escuche nuestro mensaje ni reciba propagandas asegurando que es un “apolítico” y que no le interesa nada de partidos políticos.

En base a esto surgieron estas pequeñas ideas con las que pretendo demostrar que el término “apolítico” y la gente que lo dice esta en una equivocación y que en si el mencionado termino en realidad implican una corriente ideológica (que es una raíz de la política). Entonces partiendo de esto demostrare, lo más corto posible, que ningún ser humano puede ser apolítico, así como muchos religiosos aseguran que no existen ateos.

1er punto: A lo largo de la historia el ser humano ha  vivido intentando unirse con sus semejantes para poderse proteger mutuamente contra los fenómenos naturales, desde ese momento en que las personas se juntaron y nacieron las primeras gens hubo la necesidad de elegir un líder para que guie a su pueblo en ese entonces en los inicios de esta etapa escogían al más viejo y sabio del grupo. Desde ese entonces empezó la idea política por el hecho de que al escoger a un líder ese líder tenía que mejorar la calidad de vida de sus dirigidos, todo esto se remonta hasta nuestros días con nuestros presidentes, reyes, dirigentes, etc, que nos representan y hacen cosas en nuestro benéfico
De esto se podría hasta dar una definición de lo que en verdad es la Política “Es el que hacer del ser vivo en especial el hombre que busca juntar grandes grupos sociales con el objetivo de organizarlos mantener armonía entre ellos, crearles beneficios a todos y en definitiva mejorar la calidad de vida del grupo”.
Aunque en la práctica esto no se da y se le tiene un mal concepto a la actividad política y de quienes la practican.

2do punto: Si nos remitimos a escrituras como la biblia el Corán la tora, y otros documentos religiosos, independiente del hecho de que sean o no de estas religiones, se nota el hecho de que el todopoderoso elija líderes sociales que sacrificaron sus vidas por su pueblo ejemplo claro están en Moisés Y Jesús de Nazaret según mi parece fueron políticos por el hecho, y teniendo en cuenta la definición dada, practicaron actos que se podrían considerar políticos, no detallare mucho mas este tema por no ofender a nadie que piense lo contrario.

3er punto: Al debatir con los “apolíticos” del porque tienen esa idea aseguran ser apolíticos por el hecho de que no tienen ideología y no les importa las ideologías, esto para muchos lectores dará una idea de anarquismo, yo les digo que en parte esta correcta esa idea, esto será difícil de entender, una ideología en síntesis es una concepción de vida que tienen las personas sobre la realidad de la vida, valga la redundancia, es decir asegurar el que no se tiene ideología implica que no se tiene nada ni pasado ni presente ni futuro que aportar a la vida individual y a la humanidad por el hecho de no tener ideologías significa no ser nadie porque en algo se debe pensar para beneficio así sea propio, por esta razón los apolíticos no existen, o al menos los que se defienden asegurando lo anterior, porque inclusive los apolíticos tienen ideología que sería el sentirse defraudado de la política tradicional, e implicaría que, les guste o no también sean políticos.

4to punto: Otro argumento de los apolíticos, en especial de Latinoamérica, es el hecho de que antes pusieron su fe en partidos políticos que, aseguran ellos, después se dan cuenta que son lo peor de la vida que el partido y sus militantes son personas falsas, en parte esto podría ser un buen fundamento pero también se podría defender a la política, ojo a la política no a los que la practican, aseverando que; la política a lo largo de la historia ha producido varias ramas como por ejemplo el populismo y la politiquería los que más resaltan. Papel fundamental juega en esta explicación lo que es la politiquería que es en resumen acción de politiqueros para despistar a la sociedad y de esa manera poder lograr un rédito personal, aquí está el ki del asunto, mucha gente, en especial nuestro país, a los largo de nuestra historia ha sido beneficiada con la politiquería para crecer económicamente, eso hay que saber distinguir al momento de elegir a los mandatarios.

5to punto: Aunque muy criticado tal vez sería el hecho de que hasta en nuestros hermanos animales existen actitudes que se podrían considerar políticas, por ejemplo el hecho de la existencia del macho alfa en las manadas que con sus acciones, apegadas al concepto de política anterior, para con su manada logra beneficios para sus protegidos, en ese caso a opinión personal tendríamos mucho que aprender de esas actitudes.

Estas podrían considerarse las razones para demostrar el hecho de que no existen los apolíticos, ahora otro punto que se podría tocar seria el hecho de porque ha surgido esta tendencia apolítica, al menos en el criterio personal se tendrían dos razones bien concretas al menos en el Ecuador y en lo últimos años del porque se puso “tan de moda” esta ideología:

-La primera, y ojala no me traiga problemas, seria la actitud de los últimos gobiernos con el afán de que no exista gente con ideologías políticas fuertes para que de esa manera no exista una discusión científica política sobre su forma de gobierno, hasta aquí el tema.
-La segunda y quizá la más importante sería el hecho de que la propia gente, inspirada en lo anterior, tenga o adopte actitudes egoístas de pensar en uno mismo de un modo tan extremo que no le interesa el beneficio social pero curiosamente cuándo se siente perjudicada siempre acude a la unión, en síntesis se crean neo maquiavélicos.

En base de estos puntos de vista, y acudiendo a la conciencia del los lectores, pido que le den otra oportunidad a la hermosa práctica de la política que no se dediquen a solo sus actividades personales, o como dicen los estudiantes actuales “yo solo vine a estudiar y nada más” hay que tener en cuenta, y esto va para los estudiantes de derecho que la política y el derecho van de la mano por el hecho de que uno para ser abogado debe conocer de política para poder interpretar las leyes que existieron, existen y existirán.

Otro benéfico de los practicantes de la política es los debates que se pueden generar en torno a una discusión de temas políticos porque de ese modo se logra una camaradería entre debatientes y se podría llegar a un enriquecimiento en todo sentido de los mismos.

Finalmente y como conclusión se podría decir los siguientes puntos:
1.-La política ha existido desde el nacimiento del hombre
2.-Muchos libros de texto apoyan esta idea
3.-Se tienen ideas equivocadas de la gente sobre la política
4.-El egoísmo y la avaricia del ser humano han puesto en duda a la práctica de la política
5.-El hombre tiene que realizar actos políticos porque está en su naturaleza

Ojala estas pocas palabras servir al lector para que forme criterios propios y mejor aun ideologías propias y sea más enriquecida la práctica política, y así volver a otra época de oro de las doctrinas en lo que a política se refiera porque para finalizar nosotros no tenemos nada que envidiar a los antiguos doctrinarios y quien sabe pueda que en el futuro otras generaciones puedan leer libros tuyos y míos lector sobre el arte de la política.
“Para hacer política hay que tener tres cosas: VALOR para aguantar a tus detractores, RECTITUD para no caer en tentaciones y CEREBRO para incorporar conocimientos a la humanidad“
                                                                                                                         JORGE GARATE



JORGE GÁRATE:
Estudiante del décimo ciclo grupo 1 de Derecho;
-Miembro alterno del Comité ejecutivo de la Feue de la escuela de Derecho
-Secretario general de formación política Del Movimiento de Izquierda Universitario
-Delegado principal para el 44to Congreso Nacional de la Feue Guayaquil-Ecuador

Seminarios:
-El sistema acusatorio oral y los nuevos procedimientos en el Código de Procedimiento Penal Ecuatoriano
-Seminario de Derecho Administrativo y contratación pública
-Seminario Internacional “Hacia un  nuevo Derecho penal Ecuatoriano”
-Programa de formación continúa Ecología Política y Derechos de la Naturaleza
-Seminario del agua y la minería
-Seminario Internacional de Derechos Humanos